sábado, 18 de abril de 2009

ANALISIS DE LA METAMORFOSIS


FENOMENOLOGIA DE LA METAMORFOSIS DE FRANZ KAFKA
La obra de Kafka se ha definido con frecuencia como una fenomenología de la muerte, como una “tanatología”. Y, ciertamente, en la mayoría de sus relatos y novelas aparece el tema de la muerte con un protagonismo obsesivo, ya sea como telón de fondo o como el final inexorable al que tienden los personajes. En Kafka encontramos, por esta razón, una de las más ricas imaginerías de la muerte en la historia de la literatura. Su acercamiento a este problema se realiza de un modo simbólico: la muerte, aunque se produce frecuentemente con una vulgaridad y banalidad terribles, supone un tránsito que conduce a la liberación. Así, la muerte va a mantener cierta trascendencia mística. Para Josef K., en La metamorfosis, la muerte supone el final de una existencia angustiosa.
En su obra, la muerte no ofrece ninguna respuesta al hombre, su significado es un “dejar-de-estar-vivo”. Por esta razón, Wiebrecht Ries la opone acertadamente a la muerte de Ivan Ilich, en la obra homónima de Tolstoi, en la cual la agonía forma un proceso continuo con el acto de morir y con la transformación de la muerte en luz. Así pues, la muerte en la obra de Kafka ofrece una imagen ambivalente, fruto de las mismas convicciones del escritor. En sus Diarios y en su correspondencia leemos que para Kafka la muerte no suponía un trauma, más bien era un fin anhelado. Su miedo no tenía por objeto la muerte, sino el morir, sobre todo el dolor que acompaña al morir. En una carta escrita a Milena: “¿Te asusta pensar en la muerte? Yo sólo tengo un miedo horrible al dolor… Por lo demás, uno se puede aventurar a la muerte”. Sin embargo, este deseo de morir desencadenaba a su vez un pánico generado por la conciencia de esa voluntad autodestructiva, lo que le impulsaba a plasmar en sus escritos sus anhelos de muerte, algunas veces envueltos en una atmósfera onírica, en el que las fronteras entre la muerte, el sueño y la vigilia quedan indefinidas.
ANALISIS HERMENEUTICO
El tratamiento del tiempo en la metamorfosis es muy parecido al del escritor Marcel Proust, a base de recuerdos y reminiscencias, gracias a los cuales el pasado se inserta en el presente. Gracias a esta técnica el relato el tiempo parece discontinuo, el cual coexiste con el presente a través del hilo conductor de los pensamientos de Gregorio o de algún otro personaje. También existen dos planos en esta obra: lo que el protagonista vive y recuerda de su pasado, Gregorio-insecto, y el segundo se inserta en la vida de Gregorio
Samsa, viajante de comercio, todo esto lo podemos ver en los ejemplos de abajo.

Palabras del empleado principal, dirigidas a Gregorio insecto:
Señor Samsa-dijo, por, fin, el empleado principal con voz campanuda-, que significa esto se ha atrincherado usted en su habitación. No contesta mas que si o no. Inquieta usted grave e inútilmente a sus padres, y, sea dicho de paso falta a su obligación en el almacen de una manera verdaderamente inaudita. Le hablo a usted aquí en nombre de sus padres y de su jefe, y le ruego muy en serio que se explique al puesto y claramente.
Gregorio-insecto recuerda como era su padre antes:
Pero, y pese a todo, era aquel realmente su padre, era este aquel hombre que, antaño, cuando Gregorio se preparaba a emprender un viaje de negocios, permanecía fatigado en la cama, aquel mismo hombre que el regresar a casa la acogía en bata hundido en su butaca, y que, por no estar en condiciones de levantarse, contentabase con alzar los brazos en señal de alegría. (pag 85)
En la Metamorfosis también se encuentra la simbología en dos elementos, el retrato o la foto de familia, y la cabeza agachada que aparece mucho en toda la obra. Un ejemplo del primer caso esta presente en el ejemplo de la dama envuelta en pieles que cuelga en la habitación de Gregorio.
En esto, llamole la atención, en la pared ya desnuda, el retrato de la dama envuelta en pieles. Trepo (Gregorio) precipitadamente hasta allí, y agarrose al cristal, cuyo contacto calmo el ardor de su vientre. Al menos esta estampa que el tapaba ahora por completo, no se la quitarían. (pag 66)
En cuanto a lo que yo mencionaba sobre lo de la cabeza aquí hay unos ejemplos:
Lentamente se estiro sobre la espalda, alargándose en dirección hacia la cabecera, a fin de poder alzar mejor la cabeza...(pag 9)
Dejándose caer en esta forma, la cabeza, que tenia el firme propósito de mantener erguida, saldría probablemente sin daño ninguno...(pag 17)
Y volvió cuidadosamente la cabeza hacia el borde del lecho, intentando pues sacar primero la parte superior, era preciso un verdadero milagro para sacar intacta la cabeza...(pag 15)
Y dio con la cabeza en el pestillo de la puerta para acabar de abrir...(pag 29)
Gregorio se arrastro otro poco hacia delante y mantuvo la cabeza pegada al suelo haciendo por encontrar con su mirada la mirada de la hermana...( pags 90-91)

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